Modesta contribución a la constitución del gobierno de Piñera
Escoger sus ministros no es tarea fácil. En plena guerra, a un ministro que no entendía que no había que molestarle cuando estaba sentado en el «trono», Churchill le ordenó que le llamase más tarde porque no podía ocuparse de dos cagadas a la vez. Raymond Devos aseguraba «Los ministros no se compran… pero se venden…» Léo Campion, decía: «Es mejor ser cornudo que ministro: dura más tiempo y no estás obligado a asistir a las sesiones». Ante tanta dificultad, Luis Casado aporta su «modesta contribución».